lunes, 11 de julio de 2011

La historia de ... Pablo " Presentador "

Mis primeros recuerdos de la radio son antiguos. Desde que tengo cuatro años viajamos a menudo, los fines de semana a Granada. En el coche siempre ha estado la radio puesta para amenizar el viaje .Por eso desde hace mucho tengo grabada en mi memoria la sintonía de No es un día cualquiera y la voz de su presentadora, Pepa Fernández. A día de hoy no me pierdo ni una sola edición de este programa con el que me divierto, me informo, aprendo y me entretengo. Siempre he admirado la manera en que lleva el programa, la facilidad que tiene para jugar con las palabras y dibujar una sonrisa en los labios de sus escuchantes y lo bien que se lo pasan haciendo su trabajo. Comunicar es algo bonito, transmitir sensaciones y reunir a multitud de personas distantes entre si a través de las ondas.

Estando yo en primer curso de secundaria me propusieron que emprendiera y que formara parte de algo propio en la radio escolar. Empecé con aquello con la intención de saborear una nueva experiencia. Sin saber nada de la radio ni de comunicación un día nos pusimos delante de un micrófono y empezamos a hablar….lo cierto es que sin mucho orden ni concierto. Allí he estado cuatro años, he vivido muchísimas experiencias y he pasado por muchas situaciones, buenas y malas. Muchas horas de guion, de trabajo, de emoción y de emisión. Últimamente el programa marchaba sobre ruedas, había muchos colaboradores, secciones muy variadas y entretenidas, muy buena organización…Hacíamos cuatro horas de programa un día a la semana y la experiencia ya se dejaba notar .Finalmente todo acabó por una disputa a raíz de unas reivindicaciones. De este triste incidente aprendí que hay muchas formas y maneras distintas de ver la realidad y que es muy común que las personas no coincidamos.

Posteriormente, ya con quince años y siguiendo unas indicaciones de un amigo, antes mi profesor de teatro, entré a formar parte de la emisora local de Úbeda. Evidentemente de manera voluntaria, sin ningún incentivo económico de por medio. En un verano muy caluroso, junto con becarios que venían de Madrid y Sevilla, hice reportajes para la radio y la televisión, hice entrevistas, asistí a conferencias y ruedas de prensa haciendo posteriormente crónicas para el informativo regional, cubrí eventos y me di cuenta de que estar a disposición de la actualidad puede ser tan divertido como latoso. También hice un pequeño programita de verano para la tele…tipo informe semanal, pero en plan cutre y local. Me gusta más la radio que la televisión. La considero más cercana

Ahora ya llevo casi un año en esta radio y hago una sección de entrevistas en el programa de la mañana. La verdad es que es muy poco, pero a veces hay que contentarse con lo que hay y pensar que algo mejor vendrá próximamente. Mejor ser optimista y saber que, al menos aquí estoy adquiriendo experiencia y pasándomelo bien.

Escuchar a profesionales que disfrutan y hacen disfrutar con su trabajo a muchísimas personas a través de las ondas es algo que me inspira. Es por eso que todos los días escucho la radio. Me despierto a las seis de la mañana para escuchar a Juan Ramón Lucas y su programa En días como hoy .Me anima a levantarme, el ritmo de su voz y la sincronización de sus compañeros me animan a comenzar el día, poniéndome al tanto en la actualidad. Por la tarde, después de comer vuelvo a conectar mi viejo aparato de radio y Toni Garrido y los de Asuntos Propios hacen que convivir con la monotonía sea más sencillo y que los deberes no sean tan aburridos. Disfruto mucho cuando hacen algún programa en directo y puedo ir a verlos. Ya he visto cuatro veces No es un dia cualquiera y una Asuntos Propios.

Después de todo este tiempo una cosa si que tengo clara. La radio es un medio fantástico y me gustaría mucho trabajar en ella. Estudiaré periodismo. Dicen que esta profesión es tan bonita como dura, pero creo que me podre adaptar. Creo que trabajar en lo que a uno le gusta está fenomenal. Creo que para lograr algo hay que tener ganas e ilusión y creer en lo que haces y quieres hacer. Por eso, aunque sin obsesionarme, cada día cuando suenan las señales horarias de las seis aspiro a estar en el estudio desde el que se emiten y despertar con un ,muy buenos días ,,a todas las personas que haya al otro lado. No se si puedo aspirar a ello. Pero desde luego ilusión no me falta.

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