domingo, 20 de octubre de 2013

Lo que no sirve para nada es no hacer nada

Jorge es un joven, de Bilbao, que lleva ya ocho días en huelga de hambre en la puerta del sol. El objetivo de su huelga es hacer presión para que el gobierno ilegítimo dimita a la vez que protesta por los recortes en sanidad, educación o dependencia mientras  conocemos  los   incontables episodios de derroches  millonarios. Un día decidió ponerse en huelga de hambre y aseguró, la llevaría hasta el final .Hasta que este gobierno  que llegó al poder a base de mentiras y que va claramente contra los más desfavorecidos no dimita yo no comeré, dijo Jorge hace siete días. Esto a cualquiera podría parecerle una locura, pero  no es más que llevar hasta el extremo una desesperación extendida. Olé su valentía y su gesto, que ya podría generalizarse...y es que ya hemos visto que ni a las masas hace caso la política encargada de tomar decisiones, o mejor, simplemente de ejecutarlas. El otro día escuche a un par de  ancianos comentar entre ellos “Hay que ver  la de tonterías que hace la gente con tal de llamar la atención”. Este debe ser el tipo de gente a la que no le falta de nada, que no quieren ver la situación y que, fieles a su tradición, conformarán el grueso de gente que aún apoya al PP, que no son pocos ,según el último sondeo realizado por Antena 3 tv. No quiero decir que todos los que siguen apoyando al PP sean ancianos, por supuesto que no, ni que ningún anciano tenga espíritu y vea la necesidad del cambio. Los “Yayoflautas” son un grupo muy activo. El caso es que a este chico se le unieron cinco personas más, de diversas edades y profesiones. Yo no tengo necesidad, decía uno de ellos, tengo trabajo e ingresos, pero también se pensar en los demás...Yo ayuno  y hago esta huelga para que todos tengan la posibilidad de comer.Es mucha la gente que dice que, finalmente, se tendrán que echar atrás si no quieren morir de inanición, porque el gobierno no va a hacer nada. Sus fuerzas han menguado considerablemente; en los rostros ya se marcan el cansancio acumulado, la fatiga  y en sus cuerpos  la necesidad de alimento. Pero su apuesta sigue firme. Decimos constantemente,”Hay que reaccionar”, “Hay que moverse”, si queremos cambiar no podemos quedarnos quietos...pero, en términos cuantitativos, la gente que se deja la voz en cada manifestación debería ser más. No debería haber tantas manifestaciones porque disminuyen su efecto? Que hemos de hacer entonces?.Una huelga de hambre colectiva? Lo que está claro    que no sirve de nada es no hacer nada. De momento a esta gente que mantiene la huelga los medios, sobre todo en TVE, le han dado la difusión justa, vaya la mínima. Seguiremos atentos al desarrollo y a las reacciones que suscitan…porque, al fin y al cabo, lo quieran o no, la clase política se verá obligada a hablar de ello. La ministra de empleo catalogó de simple movilidad exterior  la emigración que se ven  obligados a hacer los jóvenes españoles ante la falta de trabajo en nuestro país. Qué dirán esta vez?..Que se trata de simple espíritu de adelgazamiento?