Jorge es un joven, de Bilbao, que lleva ya ocho días en
huelga de hambre en la puerta del sol. El objetivo de su huelga es hacer
presión para que el gobierno ilegítimo dimita a la vez que protesta por los
recortes en sanidad, educación o dependencia mientras conocemos
los incontables episodios de
derroches millonarios. Un día decidió
ponerse en huelga de hambre y aseguró, la llevaría hasta el final .Hasta que
este gobierno que llegó al poder a base
de mentiras y que va claramente contra los más desfavorecidos no dimita yo no comeré,
dijo Jorge hace siete días. Esto a cualquiera podría parecerle una locura,
pero no es más que llevar hasta el
extremo una desesperación extendida. Olé su valentía y su gesto, que ya podría
generalizarse...y es que ya hemos visto que ni a las masas hace caso la
política encargada de tomar decisiones, o mejor, simplemente de ejecutarlas. El
otro día escuche a un par de ancianos
comentar entre ellos “Hay que ver la de
tonterías que hace la gente con tal de llamar la atención”. Este debe ser el
tipo de gente a la que no le falta de nada, que no quieren ver la situación y
que, fieles a su tradición, conformarán el grueso de gente que aún apoya al PP,
que no son pocos ,según el último sondeo realizado por Antena 3 tv. No quiero
decir que todos los que siguen apoyando al PP sean ancianos, por supuesto que
no, ni que ningún anciano tenga espíritu y vea la necesidad del cambio. Los
“Yayoflautas” son un grupo muy activo. El caso es que a este chico se le
unieron cinco personas más, de diversas edades y profesiones. Yo no tengo
necesidad, decía uno de ellos, tengo trabajo e ingresos, pero también se pensar
en los demás...Yo ayuno y hago esta
huelga para que todos tengan la posibilidad de comer.Es mucha la gente que dice
que, finalmente, se tendrán que echar atrás si no quieren morir de inanición,
porque el gobierno no va a hacer nada. Sus fuerzas han menguado considerablemente;
en los rostros ya se marcan el cansancio acumulado, la fatiga y en sus cuerpos la necesidad de alimento. Pero su apuesta
sigue firme. Decimos constantemente,”Hay que reaccionar”, “Hay que moverse”, si
queremos cambiar no podemos quedarnos quietos...pero, en términos
cuantitativos, la gente que se deja la voz en cada manifestación debería ser
más. No debería haber tantas manifestaciones porque disminuyen su efecto? Que
hemos de hacer entonces?.Una huelga de hambre colectiva? Lo que está claro que no sirve de nada es no hacer nada. De
momento a esta gente que mantiene la huelga los medios, sobre todo en TVE, le
han dado la difusión justa, vaya la mínima. Seguiremos atentos al desarrollo y
a las reacciones que suscitan…porque, al fin y al cabo, lo quieran o no, la
clase política se verá obligada a hablar de ello. La ministra de empleo
catalogó de simple movilidad exterior la
emigración que se ven obligados a hacer
los jóvenes españoles ante la falta de trabajo en nuestro país. Qué dirán esta
vez?..Que se trata de simple espíritu de adelgazamiento?