sábado, 7 de diciembre de 2013

Reforma Urgente

   Ayer fallecía Nelson Mandela, hoy la mitad de los informativos  dedicaba la mitad de su tiempo a repasar los principales momentos de su  vida. Coincidía la pérdida de uno de los hombres que más ha luchado por los derechos humanos con el cumpleaños de la constitución española. Un seis de diciembre como hoy, pero hace treinta y cinco años, en 1978, se aprobaba la carta magna, la ley suprema. Una constitución que se aprobó en una complicada tesitura, que se votó a todo o nada y que en su tiempo  fue lo mejor que pudo ser. Como  ha escrito hoy en “El diario.es”  Isaac Rosa "La Constitución no ha servido para lo que podía haber servido, y sí para todo aquello que no estaba ni en su espíritu". Una constitución a la que se alude constantemente asegurando que la independencia de Cataluña no tiene cabida. Una constitución que se ha utilizado a favor de la clase dominante porque hay margen para ello, y es que son muchísimos los artículos que comienzan por, “la ley que se establezca asegurará….”La constitución enmarca, pero los fundamentos se elaboran y se cambian. Ese marco, para algunos aspectos resulta ser rígido, y otras veces resulta ser totalmente moldeable. Una constitución que se hizo bajo la sombra de la dictadura y que necesita una reforma urgente. En la constitución se establece la pena de muerte en caso de guerra ,la inconcebible inviolabilidad de la monarquía, la monarquía en si o el servicio militar obligatorio, mientras  derechos que están ya conquistados, como el matrimonio homosexual no están explícitamente recogidos. 

   La constitución se aprobó en un pasado, y, aunque nacía con errores en aquel entonces se trataba de una carta magna avanzada, sólida y ejemplo de un país democrático en el que priman ante todo los derechos de los ciudadanos. Pero con el paso de los años la sociedad cambia, evoluciona y resulta necesario hacer retoques en la constitución, algunos de calado importante, reformas. Más aún cuando resulto que casi la mitad de la población actual no la votó. No podemos estar anclados a los requerimientos de 1978 .Parece, sin embargo que, cada vez que se plantea cambiarla en algún sentido, a los dos grandes partidos políticos les entran sudores. La actual situación y las leyes que la regulan parecen ser las ideales para ellos. Sin embargo a la hora de saltarse algunos de los artículos básicos como el derecho a la vivienda o al trabajo no tienen ningún problema. El tema de Cataluña no tiene encaje en la constitución afirman rotunda y tajantemente, porque resulta que es intocable. Si les hablamos de algo claramente inconstitucional como el hecho de que haya casi seis millones de personas que quieren y no pueden trabajar, que tienen que dormir bajo puentes y entre cartones o que no tienen que llevarse a la boca ni pueden sacar a sus hijos adelante...entonces, bueno…los límites establecidos por la constitución no serán tan infranqueables. Los límites de la constitución se verán sujetos a los caprichos de los sujetos que ostenten el poder.