lunes, 24 de febrero de 2014

"Operación Palace"

  No sabía exactamente que ni como  sentirme después de escuchar el mensaje final, de hecho me costó asumir que todo era un montaje. Un fabuloso montaje. Creo que fue algo parecido al chasco, a la decepción. Seré muy inocente, tendré más fe de la cuenta en el programa, algunas cosas me chirriaban (¿Por qué toda esta gente se ha mantenido en silencio hasta ahora?, ¿Por qué ahora todos se ponen de acuerdo para contar la verdad? ¿Cómo es que nadie ha hablado absolutamente nada de todo esto antes?)pero, pese a todo me lo trague del todo. No solo yo, que me faltaban catorce años para nacer cuando se produjo el infructuoso golpe de estado, también cayó en la trampa muchísima gente de todas las edades. Además habiendo escuchado confesiones increíbles a Jordi Evole, propias de un surrealismo total, como recuerdo las declaraciones inéditas de un responsable de seguridad en el programa que dedicó al metro de Valencia o las que hizo Pablo Crespo sobre la entrega de sobres y la corrupción en el PP, ¿Por qué no me iba a creer esto?  El 23 F siempre ha sido terreno abonado para fabulaciones de todo tipo, pero tampoco sobran razones  para ello. No somos pocos los que, cuando menos, dudamos de esa "versión oficial", y tenemos razones cuando, como se denunciaba al final del documental que Jordi Évole dirigía, el informe del 23F sigue siendo secreto de sumario. Un completo sin sentido.

  En “Operación Palace” el golpe de estado de Tejero, fue  un pacto, un acuerdo  entre los líderes de los principales partidos políticos para reforzar una democracia que estaba estancada .Un falso golpe de estado  para dotar de fuerza y contundencia a una democracia recién nacida, estancada , que se bamboleaba. El rey estaba de acuerdo, y participó en el montaje cuya dirección fue encomendada a  Jose Luis Garci. Participaban el centro de operaciones del Cesid y la CIA y el único que no sabía que el golpe de estado era falso, era el propio Tejero. No es lo mismo verlo, una vez conocido el “engaño” pero, desde luego,  merece la pena ser  visto porque todos los que se prestaron a intervenir actuaron muy pero que muy bien. Siempre me ha gustado el teatro, me gusta la ficción y esto fue un acto de ficción con moraleja.


   Ha sido  el tema del día. No recuerdo muchos programas que hayan generado tantísima expectación. Los sociólogos, según algunos informativos, ya están estudiando el fenómeno "Operación Palace". Las redes sociales arden, las radios y televisiones le dedican minutos, en los periódicos se escriben artículos sobre el espacio. Unos lo crucifican (A Jordi Évole), creen que fue una estafa, una tomadura de pelo, que lo hizo por ganar audiencia, que "la cagó" y que el periodismo le queda grande, lo han llamado de todo. No creo que por esto, que ha podido gustar más o menos se deba tachar a este gran profesional, puede ser un galón o una mancha según se mire, puede ser un trabajo más o menos periodístico, pero ni lo hunde ni lo desprestigia .Hay quienes también le aplauden, claro. Creo que el programa estuvo genial, brillante. Los seguidores de Jordi nos sentamos esperando quizá otra cosa, pero esto no estuvo nada  mal .Un gran montaje y trabajo televisivo que nos hizo pensar, y mucho,  sobre el tema, sobre la falta de información en muchos aspectos del 23 F, que nos hizo reflexionar sobre cómo nos pueden engañar  y manipular los medios de comunicación. Me gustó esta Guerra de los Mundos versión 2014