No sabía exactamente que ni como sentirme después de escuchar el mensaje final,
de hecho me costó asumir que todo era un montaje. Un fabuloso montaje. Creo que
fue algo parecido al chasco, a la decepción. Seré muy inocente, tendré más fe
de la cuenta en el programa, algunas cosas me chirriaban (¿Por qué toda esta
gente se ha mantenido en silencio hasta ahora?, ¿Por qué ahora todos se ponen
de acuerdo para contar la verdad? ¿Cómo es que nadie ha hablado absolutamente
nada de todo esto antes?)pero, pese a todo me lo trague del todo. No solo yo,
que me faltaban catorce años para nacer cuando se produjo el infructuoso golpe
de estado, también cayó en la trampa muchísima gente de todas las edades.
Además habiendo escuchado confesiones increíbles a Jordi Evole, propias de un
surrealismo total, como recuerdo las declaraciones inéditas de un responsable
de seguridad en el programa que dedicó al metro de Valencia o las que hizo
Pablo Crespo sobre la entrega de sobres y la corrupción en el PP, ¿Por qué no
me iba a creer esto? El 23 F siempre ha sido
terreno abonado para fabulaciones de todo tipo, pero tampoco sobran razones para ello. No somos pocos los que, cuando
menos, dudamos de esa "versión oficial", y tenemos razones cuando,
como se denunciaba al final del documental que Jordi Évole dirigía, el informe del
23F sigue siendo secreto de sumario. Un completo sin sentido.
En “Operación Palace” el golpe de estado de Tejero, fue un pacto, un acuerdo entre los líderes de los principales partidos
políticos para reforzar una democracia que estaba estancada .Un falso golpe de
estado para dotar de fuerza y
contundencia a una democracia recién nacida, estancada , que se bamboleaba. El
rey estaba de acuerdo, y participó en el montaje cuya dirección fue encomendada
a Jose Luis Garci. Participaban el
centro de operaciones del Cesid y la CIA y el único que no sabía que el golpe
de estado era falso, era el propio Tejero. No es lo mismo verlo, una vez
conocido el “engaño” pero, desde luego,
merece la pena ser visto porque
todos los que se prestaron a intervenir actuaron muy pero que muy bien. Siempre
me ha gustado el teatro, me gusta la ficción y esto fue un acto de ficción con
moraleja.
Ha sido el tema del
día. No recuerdo muchos programas que hayan generado tantísima expectación. Los
sociólogos, según algunos informativos, ya están estudiando el fenómeno
"Operación Palace". Las redes sociales arden, las radios y
televisiones le dedican minutos, en los periódicos se escriben artículos sobre
el espacio. Unos lo crucifican (A Jordi Évole), creen que fue una estafa, una
tomadura de pelo, que lo hizo por ganar audiencia, que "la cagó" y
que el periodismo le queda grande, lo han llamado de todo. No creo que por
esto, que ha podido gustar más o menos se deba tachar a este gran profesional,
puede ser un galón o una mancha según se mire, puede ser un trabajo más o menos
periodístico, pero ni lo hunde ni lo desprestigia .Hay quienes también le
aplauden, claro. Creo que el programa estuvo genial, brillante. Los seguidores
de Jordi nos sentamos esperando quizá otra cosa, pero esto no estuvo nada mal .Un gran montaje y trabajo televisivo que
nos hizo pensar, y mucho, sobre el tema,
sobre la falta de información en muchos aspectos del 23 F, que nos hizo
reflexionar sobre cómo nos pueden engañar y manipular los medios de comunicación. Me
gustó esta Guerra de los Mundos versión 2014