Impotencia es el sentimiento predominante un día como hoy.
Las noticias del día hacen que sea muy
difícil escapar a la impotencia. A
portada la mayoría de los diarios generalistas llevan hoy los resultados de la votación secreta que
propuso el SOE para echar atrás el polémico anteproyecto de ley del aborto de
Gallardón, un intento más contra esta iniciativa que supone un grave atraso,
que trata a las mujeres como objetos, como menores inconscientes incapaces de
decidir por sí mismas y que rechaza más de un setenta por ciento de la
población. Un intento que ha fracasado, que ha sido tumbado por la mayoría
“absolutista” del PP, contra la que parece que se puede hacer poco. El País
titula “El PP impone disciplina de voto en el aborto frente a las fisuras
internas” y es que, pese a tener a casi
toda la oposición en contra del proyecto de ley, finalmente no salió el sí en
esta votación. El PP volvió a imponer su mayoría absoluta a través de la disciplina
de partido, que hizo que ninguno de los casos reticentes y en desacuerdo con la
ley dentro del partido, como es el caso de Celia Villalobos, se pronunciaran en
contra de la medida del mismo.
El mismo tono o quizá más crítico utiliza Público que abre
con “Gallardón saca pecho porque el
PSOE no
logra dividir al PP”, remarcando el enfoque del hecho por parte del
bloque popular como un asunto de fragmentación o no de partido y no centrado en los derechos fundamentales
de las mujeres. Un enfoque radicalmente distinto el que lanza ABC, que titula “El PP vota
unido en defensa de la vida”. Solo coincide con el periódico de Prisa en la
foto de apertura (que además enfoca y proyecta de una manera un tanto especial),
porque, por lo demás refleja un tono optimista y triunfal. No menciona en
ningún momento la palabra aborto. Ideológicamente paralelo, La Razón, que ejerciendo de propaganda del gobierno,
como es habitual, trae a primera plana una foto de miembros del partido popular
sonrientes y aplaudiendo lo que consideran una victoria. Sobre la imagen el
titular “Lección de unidad del PP ante la ley del aborto”, dejando claro
también que el asunto más importante no es tanto el resultado
y el contenido de la votación en si
como el hecho del reto de unidad
al que se enfrentaba el partido popular.
Algunas diputadas del partido contrarias al anteproyecto,
como es el caso ya citado de Villalobos no votaron en conciencia, porque
antepuso el orgullo partidista a sus ideas. No necesitaba esto del PSOE, concretamente
dijo que ella no aprovecharía esta oportunidad, viniendo además como venía de
“los socialistas”. No se trataba de votar contra la reforma de la ley del aborto, sino de una
propuesta del SOE para fragmentar al PP, asegura Villalobos. Una vez más queda
claro que no se trata de debatir ideas sino de confrontar partidos. El ministro
muy contento, exultante
Por otro lado Ayer el congreso consideró una propuesta por
la cual el gobierno español si llegase a prosperar podría impedir la
persecución de graves crímenes internacionales y la investigación de casos como
el asesinato del cámara español José Couso, las torturas en el Tíbet o las
sufridas por los presos de Guantánamo, quedando dichos casos archivados. Amnistía Internacional “Hasta
ahora la jurisdicción universal permite investigar un crimen de derecho
internacional (torturas, genocidio, etc.) sin importar quien haya sido el
autor, contra quien sea o dónde se haya cometido. Permitió la orden de arresto
en Londres del general Chileno Augusto Pinochet, acusado de crímenes de derecho
internacional como desapariciones forzadas. Ha permitido
por ejemplo que la juez argentina María Sirvini abriera una investigación por
crímenes cometidos en España”. Una tramitación de la proposición de ley de los
populares que introduce nuevos requisitos para que los jueces españoles puedan
abrir causas por crímenes contra la humanidad bajo el principio de justicia
universal. Juan Luis Ibarra, presidente del tribunal superior de justicia del
país vascosostiene que lo que se hizo ayer fue
aprobar una proposición que se convertirá en proyecto de ley en el
congreso, que modifica la regulación del principio de justicia universal. Ni
sabemos en que quedará pero dice que, tal y como ahora estaba concebida la ley este principio de justicia daba una gran calidad a la justicia en España.
Ampliaremos pero sabiendo esto, ¿se
puede sentir algo que no sea cabreo, rabia e impotencia?La justicia Española,
lo vimos en el caso de la denegación de extradición a Argentina de los
torturadores Franquistas “Billy el niño”
y “El muñecas”, no solo no colabora sino que obstaculiza y dificulta. Ahora
llega este gobierno tan justo y machaca.
Y impotencia es lo
que habrá sentido José Antonio Fra., un hombre de 56 años, de Gijón al que le
han dicho que tiene una obstrucción en el corazón, que dicho órgano no le
duraría más de dos meses y que necesitaba operarse. El hombre evidentemente
accede a que se le realice la intervención, sabida la alarmante gravedad de su
situación. El médico, según ha contado el mismo esta tarde a La Ventana, de la
cadena SER, le dice que la lista de espera para poder ser operado es de nueve
meses, que hasta noviembre no podría entrar en quirófano. Pero ¿aguantaré? , le
pregunta el hombre, sinceramente creo que no
responde el médico. Es desesperante. Le queda la opción de la sanidad
privada que no puede permitirse o de ser operado de urgencia si le diese un
infarto, lo sobrevive y la ambulancia consigue llegar a tiempo. En Andalucía
existe un protocolo por el cual casos como este tiene preferencia frente a otros de menor gravedad,
acaso no existe allí. Posteriormente ha llamado un médico de otra comunidad al
programa de radio desvinculándose de la opinión de su compañero y asegurando la
intervención, aunque sea en otra comunidad. ¿Pueden pasar cosas tan
surrealistas como esta? .La pregunta se responde sola desde hace algún tiempo.
Una lista de espera de nueve meses, que es la mejor muestra de los recortes y
de la sobresaturación de la sanidad. Ojalá el caso de José Antonio se resuelva
de la mejor manera posible, dudo que no sea operado en alguna comunidad, ha
dicho que iría a donde hiciese falta. Él ha manifestado un cabreo más que
justificado y el terror que todos sentiríamos en una situación semejante, pero
con una entereza admirable. Que menos que sentir una brutal impotencia ante una
situación como esta.