“Fue
hace exactamente 11 años, otro 13 de noviembre. Unos 1.600 kilómetros de las
costas gallegas, del Cantábrico y del oeste atlántico francés, alicatadas de
chapapote. Cerca de 20.000 marineros, mariscadores o armadores damnificados.
Una movilización humana y de medios sin precedentes (se calcula que, solo
voluntarios, hubo 120.000, que hicieron 353.556 jornadas de trabajo. Se
agotaron los monos y hubo que buscar contenedores hasta en Ceuta y Melilla)”
Público
Once años después de una tragedia histórica, con una de las
mayores tragedias medioambientales de nuestra historia este será otro de los
días para recordar. Un día en que la justicia falló, en todos los sentidos de
la palabra, pero sobre todo en el ámbito no judicial. Un proceso que ha durado once
años y que se salda sin responsables.
“”El tribunal que ha juzgado el hundimiento del Prestige
frente al litoral gallego ha absuelto de responsabilidad penal a los tres
acusados en el proceso: el capitán del buque, el griego Apostolos Mangouras, el
jefe de máquinas, su compatriota Nikolaos Argyropoulos y al único cargo público
encausado, el ex director de Marina Mercante José Luis López Sors. La Justicia
exime de responsabilidad a la Administración al entender que no provocó la
catástrofe sino que trató de solucionarla y evitar daños. El único condenado ha
sido el capitán del petrolero por un delito de desobediencia a las autoridades
aunque no irá a prisión por ello. Según el fallo, "nadie sabe exactamente la causa del suceso .Lo único que se puede probar es el fallo de
un tabique estructural", y
añade que "el estado del buque era precario y esa previsión solo se le
puede adjudicar a los técnicos". El presidente del Tribunal concluye:
"La empresa propietaria del barco sabía que sus condiciones no eran las
adecuadas pero lo ocultó". Eso sí, la sentencia señala que "no está
demostrado que la rotura del tabique fuera la consecuencia del hundimiento, la
falta de conservación no podía ser advertida por los acusados".””
Cadena SER
Pese a que en el juicio oral han intervenido muchísimas personas,
en el banquillo como acusados solo se han sentado tres personas. Nadie es
responsable del terrible daño medioambiental que causaron las decenas de miles
de toneladas que impregnaron las costas gallegas. Ni el
armador de un barco destartalado, ni el capitán que mantuvo el barco cerca de
puerto sin saber qué hacer, ni los responsables políticos que decidieron
mandarlo lejos ni un gobierno que minimizó los efectos del desastre.
Recordemos que el por aquel entonces ministro de agricultura y pesca , Miguel
Arias Cañete, que ocho horas después de que el chapapote asaltara Muxía y
cientos de kilómetros de costa declaraba que "la rápida actuación de las
autoridades ha evitado una marea negra" sigue siéndolo hoy. El
entonces vicepresidente, el de los “hilillos de plastilina” es presidente del
gobierno.
Los vecinos y las plataformas de afectados, los que fueron
voluntarios y si tuviésemos una mínima sensibilidad o conciencia, la sociedad
en su conjunto, reciben la sentencia con impotencia, con desesperación.” “"Me da mucha rabia la sentencia. Es una vergüenza
que con dinero se compre el silencio”, decía un vecino. Es una sentencia hecha
como los famosos trajes del PP, a medida. Yo solo tenía siete años cuando se produjo la
catástrofe del prestige, pero me acuerdo del ver como los telediarios abrían con
la noticia, como a las costas impregnadas de petróleo acudían miles de
voluntarios con monos blancos a
limpiarlas, supliendo la nula acción de las autoridades competentes. Recuerdo
las imágenes de gaviotas que agonizaban asfixiadas, pegadas con el fuel, y
hasta recuerdo el llanto y las lágrimas de pescadores y demás habitantes de la
zona que veían el mar, su medio de vida, de color negro. Las costas se llenaron
crudo y cruda es la sentencia de hoy para muchos. Cruda y difícil de digerir...Como
una catástrofe de tales magnitudes no tiene responsables? Cabe recurso, desde
luego...
Esto me lleva a otro caso (que no recuerdo porque solo
tenía tres años) pero del que he tenido conocimiento posteriormente. El
desastre de Aznalcollar producido por un vertido de residuos tóxicos, que se
escaparon de unas balsas, al parque natural y nacional de Doñana. También
provocó graves daños ecológicos y también todos fueron absueltos. Hubo un hombre,
trabajador de la empresa sueca propietaria (Boliden), que denunció el precario
estado de las balsas con insistencia antes de que se produjera el incidente,
advirtió de la probabilidad que tenía la balsa de estallar. No solo fue despedido
de la compañía sino declarado persona non grata en la localidad. Cuando el
accidente se produjo colaboró activamente con la justicia y cuando en el último
juicio la jueza absolvió a todos los acusados y decretó que no había delito
penal, ese mismo día aquel hombre murió de un infarto al corazón tras leer el
periódico. Manuel Aguilar Campos se
llamaba. Hoy el medio se ha recuperado, pero los 90 millones de euros que costó
limpiar todo y el destrozo medioambiental lo pagaron los Andaluces.
Nos estamos acostumbrando, y vergonzosamente estamos
asumiendo que en nuestro país, cargarse el medio ambiente sale muy barato,
cargarse el medio ambiente sale gratis.