jueves, 24 de julio de 2014

Pablo Montes en Diez TV-25/7/14

  Se ha escrito mucho, se hablado mucho sobre el tema del que vamos a hablar a continuación, se han hecho ya a estas alturas muchos análisis en los medios de comunicación ,pero no está mal añadir reflexiones, no está nada mal seguir conversando sobre algo tan trascendente y atender, poner atención, enfocar el ámbito más cercano. No cabe ninguna duda de que nos encontramos en una situación de cambio, en que el contexto sociopolítico en el que nos encontramos está cambiando, fruto de la desconfianza, el cabreo, la decepción, el hastío, el desengaño permanente, la estafa continua. Aunque podemos decir que la apatía sigue siendo la nota dominante cada vez es mayor el número de gente que se harta de que la traten como a números, y de que unos números estén por delante de sus necesidades básicas a la hora de establecer determinadas prioridades. Las personas, quizá al verse tan maltratada, tras ver como se distribuyen una y otra vez de manera tan injusta los sacrificios como los beneficios, harta quizá de que los objetivos de las políticas siempre se enmascaren, de que el poder en manos de los mismos siempre perjudique a los mismos y beneficie a unos mercados que mueven a unas marionetas en pro de intereses especulativos han decidido que es hora de cambiar, de cambiar de verdad….Un servidor escribía esto justo antes de las pasadas elecciones europeas: Según el CIS, los dos grandes partidos bajan, Izquierda Unida y UPYD obtienen más eurodiputados, y de las nuevas formaciones surgidas en respuesta al desencanto social en unos u otros aspectos, solo la formación Podemos, obtendría un Eurodiputado. Aunque ya nada sorprenda me sigue sorprendiendo, tanto el Partido Popular como el Partido Socialista son los que siguen sacando más votos. ¿Criticamos, sufrimos y luego les volvemos a votar? De momento son estimaciones, veremos la realidad el próximo 25 de Mayo. Pero, de momento, empiezo a pensar que una gran parte del electorado lo constituyen personas o muy tontas, o muy egoístas o con muy poca sensibilidad. La gente ya no cree en nada, pero, ¿Cómo salimos de esta situación? Para dejar algo hay que cambiar la manera de hacer las cosas y para eso hay que cambiar a los que las hacen, a los que gestionan. Unos creen que hace falta una ruptura total, otros creen en reformas de diversos calados. Para eso podemos otorgar nuestro voto a fuerzas políticas diferentes, en vez de seguir votando a los que luego provocan nuestras quejas. Izquierda Unida, UPyD o cualquiera de los partidos surgidos a raíz de la situación sociolaboral en la que estamos hundidos (aunque según Cañete seamos los Alemanes del sur o el PP haya conseguido que el enderezar el rumbo del barco a la deriva….sin contar que para ello han tirado por la borda a los pasajeros de los camarotes más modestos y han beneficiado a las élites) como PACMA, Podemos, Ciutadans o Primavera Europea. Pero en muchas personas la apatía ha calado tan hondo que ni se plantean coger una papeleta distinta a la de toda la vida. Muchos se lo habrán planteado pero albergan cierto reparo. Nos da miedo lo nuevo, nos da miedo el cambio. De ahí ese refrán tan español de: Más vale malo conocido que bueno por conocer. Igual nos deberíamos plantear el cambio, aunque estemos inseguros, arriesgar, porque quizá no podamos ya ir a peor. Lo de la regeneración política y democrática del sistema no es nada nuevo, y en estos momentos, en distintos aspectos de nuestra vida política y de estado parece que urge cada vez más

miércoles, 16 de julio de 2014

¿Quienes son los discapacitados?-Pablo Montes en Diez TV-18/07/14

Que tal?, muy buenas noches. Bienvenidos a este espacio de viernes que dedicamos en Diez Televisión a poner sobre la mesa, a proyectar nuestros focos sobre un tema o un aspecto determinado. Hoy nos fijamos en aquellas personas a las que quizá algo que para nosotros no supone nada, para ellos puede suponer un gran obstáculo, un obstáculo que, las más de las veces afrontan y superan con una ilusión y determinación envidiables y a veces inalcanzable para aquellos que no tenemos discapacidad alguna…El ser humano, en general es bastante propenso a la queja, y el inconformismo, a veces y en tiempos en los que el conformismo obligado se impone, es algo digno de alabanza. Pero cuando la queja sin sentido o porque si abunda, la actitud admirable de muchas de estas personas puede ser muy útil. A veces, cuando he ido a cubrir alguno de los actos que  con el objetivo de concienciar ha realizado la asociación Tréboles, con cuyos miembros hablaremos posteriormente he visto a personas en silla de ruedas con un espíritu, con una positividad, con una energía muchas veces superior a la de aquellos que podemos correr, saltar, ver, con más o menos dificultad y que en muchas ocasiones no sabemos o no tendemos a apreciar porque consideramos como normal. Es cierto, ,no solemos valorar nada hasta que lo perdemos. Abordaremos el tema escuchando sus voces, la de alguna trabajadora social, las de personas que trabajan con ellos, las que comparten y dedican su día a día, las que realizan proyectos con ellos y las que tienen como misión trabajar, para ellos, que no dejamos de ser nosotros ---Y es que eso que he dicho antes, lo de que hay quienes no tienen discapacidad alguna es discutible, más que discutible. No creo que haya nadie que no tenga discapacidad alguna, todos somos o estamos disminuidos en algún ámbito de nuestra vida y la primera discapacidad de aquel que piense que no tiene discapacidad es ese pensamiento 

miércoles, 9 de julio de 2014

¿Donde queda la solidaridad?-Intro temática Pablo Montes en la SER 5/7/12

El 75% de los españoles admite no haber dado ni un céntimo a una ONG en el último año. Esa era la conclusión que se desprendía del barómetro del CIS publicado hace seis meses, elaborado en plena catástrofe del Tifón Haiyan. Dicen que en situaciones de pobreza y de precariedad social en las que nos vemos obligados a agarrarnos al último recurso, quizá por empatía resurge el lado humano de las personas, aunque quizá en este mundo haya mucha gente y no sean tantas las personas. 

Sin embargo vemos como las cifras de desahucios aumentan, al mismo ritmo que lo hacen las personas que tienen que recurrir a ayudas porque resulta que, aunque la prima de riesgo haya disminuido, los beneficios de las grandes empresas vuelvan a repuntar si es que alguna vez han caído , las exportaciones empiezan a aumentar o mejore la calidad de la deuda...las persona siguen teniendo la mala costumbre de comer a diario. La inhumanidad podría estar en aquellos que dictan las leyes, en los que establecen las prioridades, en los que ausentes a la realidad, o al menos a la realidad general son cómplices o actores directos a la hora de repartir  de manera tan injusta los sacrificios como los beneficios. Curados de espanto y tras el desengaño, la apatía, el hastío y el cabreo, después de tanto golpe ya poco nos extraña

  Es lógico que uno se pregunte muchas veces, entre desesperado e impotente tras ver como los gobernantes disculpan y apoyan acciones abusivas por parte de guardias civiles contra personas que, viven en condiciones mucho peores que nosotros y que solo intentan mejorar su vida , sin dejar de jugársela en el intento..¿que está pasando aquí? Ojo, gente a la que siempre ves con una sonrisa. En la segunda mitad de 2013 y en lo que llevamos de año hemos asistido a episodios realmente trágicos en costas españolas e italianas.   Es muy triste ver que hay gente que no se da cuenta de que el hambre, la pobreza y la desesperación no se pueden frenar ni combatir elevando la altura de las vallas, con cuchillas ni con pelotas de goma. Afortunadamente uno se encuentra con personas como las que vamos a hablar a continuación, que bien pueden ser ejemplos de entrega y de lucha, de solidaridad como respuesta. Pero sobre todo de amplitud de miras, de contemplar una realidad que está más allá y ser incapaces de sentirse impasible ante ella. 

La sensibilidad, es un aspecto que posiblemente esté en decadencia, o quizá simplemente esté aletargado, adormecido a base de golpes, un poco como le pasa a la conciencia de vez en cuando